VIII Parte

-Exacto, quiero tener tu amistad-
-no tengo problema con aquello-
-Pero…-Su rostro fue serio- no debes hablarme delante de nadie
-No entiendo-
-solo nos hablaremos así, en este lugar. En los recesos y cuando no haya clases. Recibirás una carta en tu habitación, cada vez que necesite hablar contigo-
-Ya veo ¿te avergüenza hablar con un burgués?-
-No, pero se que si te vieran el resto, no será nada cómodo para ti-
Me quede en silencio, no me gustaba en lo absoluto lo que me decía.
-Ven siéntate junto a mi-
Me acerque y me senté junto a el.
-Se que es extraño, pero mis deseos son honestos, deseo tu amistad-
-Eres extraño y todo es extraño acá-
-Sabes, la primera vez que hablamos, me sentí tan cómodo contigo, desde ese día no pude olvidarte, quería verte de nuevo, y ahora que estoy contigo, deseo estar mas tiempo contigo, por eso te pido esto-
-Sabes, he escuchado muchas cosas de ti-
-¿Cómo cuales?-
-Que eres más bello que cualquier mujer y que inclusive hombres se han enamorado de ti-
-Ah…bueno al igual que tu yo también he escuchado ese último rumor, pero para serte honesto, nunca nadie se me ha declarado. Respecto a mi belleza, no sé, todos dicen que soy bello, pero yo te considero a ti muy hermoso. Tu cabello negro, dijo acariciando mi cabello ligeramente, tus ojos verdes, tu piel blanca y al parecer suave, decía mientras sus dedos levemente acariciaron mi rostro. Para mi tu honestidad es bella, para mi tu eres el ser hermoso.-
-Sabes sin ofender, pero lo que dijiste sonaría mejor si se lo dijeses a una chica-
-Sabes, acá es muy normal las relaciones entre hombres-
-¿es por que es un internado de hombres?-
-Cierto…Sabes inclusive Alexander tiene su pareja acá dentro del colegio. William y Ángel, también-