23 sept 2007

XXIX Parte


-Lo siento por ella, que al contrario de mí, no tiene más opción que aceptar lo que uds dispongan. En cambio yo no estoy dispuesto a juntarme con alguien quien acepte sin refutar lo que otros disponen para ella-
Luego de decir aquello se retiro del comedor, Margaret lo siguió.
Yo seguí a ambos para ver que ocurría.
-¡Espera!- grita ella
Gabriel la ignora y sigue caminando, pero Margaret lo detiene tomando su brazo, el la mira con desprecio y retira su brazo de su mano.
-¿Qué quieres?-
-Es que…yo no tengo problemas con casarme con ud, es hermoso y se que habrá manera de llevarnos bien en el matrimonio-
-¿Quieres casarte conmigo, por que soy joven y hermoso, en vez de que te comprometan con un viejo?-
Margaret lo miro con asombro y miedo. En cambio Gabriel era frío parecía que era capaz de matarla a través de su mirada.
-Se honesta ¿me amas?-
-No…pero puedo llegar a amarte- dice con su mirada baja
-No seas tonta. Me Das pena. No se si llegaras a amarme, pero se que nunca llegare a amarte, al contrario ahora te desprecio. Si no quieres casate con aquel viejo, impone tu deseo de que quieres casarte con alguien a quien amas, pero deja de ser su muñeca-
Las lágrimas corrían por el rostro de la joven.
-Jamás se realizara este matrimonio. Nunca y aunque fueses la única mujer en el mundo, me casaría contigo-
-¿Es por tu belleza? Si crees que encontraras a una joven tan bella como tú lo eres, pues no lo harás, porque eres como un ángel y no hay otro ángel en la tierra-
¡Calla! No seas idiota, ¿Cómo puedes pensar tan superficialmente? Detesto a la gente que me trata distinto y tú lo haces-
-¿Me detestas?-
-Das lastima, mejor me marcho ya no soporto mirarte.