9 nov 2007

XXXV Parte


-Las debe intimidar, parece un ángel- dijo mi madre
-¿Cómo se llama?- pregunto mi padre
-Es Gabriel, padre. El chico que conocí la primera vez que vine a este internado-
Mi padre me miro serio, sabía que no le agradaba escuchar aquello, desvió su mirada. Durante el resto del viaje no volvió a hablar, mi madre y mi hermana por el contrario no paraban de hablarme, era sofocante.
Finalmente llegamos a casa, al entrar era increíble pero no la recordaba bien, mi habitación se encontraba intacta, fue cómodo entrar y no ver a nadie y no incomodar a nadie. Pero con el pasar del día, me era algo extraño. Baje a ver si podía ayudar en algo con las preparaciones de navidad, cuando me informan que por primera ves iríamos a una fiesta de Navidad, era una invitación de una familia con la que trabajaba mi padre, era una fiesta de alta elite, pensé que era probable que me encontrara con algunos de mis compañeros, pensé en Gabriel ¿podría ser probable que lo viera? Al enterarse mi hermana me pidió que la acompañara a alguna tienda comprar un vestido o simplemente mandarlo a hacer. Realmente nunca me gusta acompañar a esas cosas, pero esta vez acepte, mi hermana se alegro y me dijo que también veríamos un traje para mi, para que impresionara a las chicas, de lo cual yo me reí.
Salimos entramos a una cantidad de tiendas, ella después de mucho eligió un vestido, pero pidió que le hicieran unos cambios por lo cual mañana tendremos que venir a retirarlo. Luego fuimos a ver mi traje, por mi parte no estaba muy interesado como iría vestido, cuando al interior de una tienda me encontré con Paul, quien nos saludo, mi hermana nos dejo hablando mientras ella me veía el traje.
-¿es tu hermana?-
-Si-
-Es muy linda-
-creo que si-
-¿tiene prometido?-
-No que yo sepa, ¿te gusta?-
-A quien no podría gustarle-