6 ene 2008

XXXIX


La doble y la guarde bajo mi almohada. Me sentía feliz, extasiado. Jamás pensé que Gabriel me escribiría una carta. ¿Acaso habrá venido el a entregarla o habrá sido Gerald?
Salí de mi habitación baje al salón y le pregunte a mi madre quien había venido a dejarla, ella respondió que no sabia que había sido Nora quien la había recibido. Fui a la cocina y busque a Nora.
-Dime ¿Quien vino a dejar esta carta?-
-Fue un joven, rubio, de ojos violetas, cabello largo y tomado con una cinta-
Se trataba de Gerald, el había venido a dejarla.
-¿Vino acompañado de alguien más?-
-No, el hombre se encontraba solo-
Le di las gracias y me fui, no se porque pero me habría gustado que Gabriel hubiese venido, luego me acorde que lo vería en le Baile del jueves, me sentí nervioso ¿Que me estaba ocurriendo?.
Cuando mis pensamientos son interrumpidos por mi madre.
-¿Cedric te encuentras bien?-
-Si madre ¿por que preguntas?-
-Es que te veías tan nervioso… ¿de que se trataba esa carta que te llego?-
No podía decirle, no sabia porque, pero no quería decirle, quizás sopescharia de lo que me ocurría con Gabriel, mi padre estaba ahí también y a el no le agradaba Gabriel, realmente no le agradaba su familia. No podía, pero que le respondería.
-Seguramente es una chica que se ha enamora de el- interrumpe mi hermana
La mire algo enfadado, no me gustaba que dijera eso, mi madre se emocionaría, ella siempre me esta buscando alguien. Creo que le encantaría que me quisiese casar.
¿Verdad?, pregunta exaltada mi madre-
Mi padre me mira y ríe.
-Mujer te esta emocionando de nada. Y deja el ámbito amoroso de tu hijo a un lado-
Mi madre lo mira algo molesta, pero su expresión de enfado era infantil.
-Si el niño no quiere decirlo, es asunto suyo-