XXIII Parte

-Parece…bueno, ¿en que estábamos?-
-¡Para! Si estoy seguro de que duerme, seguimos-
-Esta bien, iré a ver-
Sentí que se levanto y se acerco a mi cama, cerré mis ojos y me hice el dormido
-Esta durmiendo-
-¡asegurate!-
Me movió la cama, pero no hice ninguna reacción.
-Si, esta completamente dormido-
-esta bien-
-¿no te excita hacerlo de esta forma?
-eres un pervertido-
Hubo un momento de silencio.
-¿continuemos?-
-Pero…podemos despertarlo-
-¡Vamos!...el chico esta durmiendo-
-es que…-
-Mira como me provocas y pretendes que no haga nada-
-¿provocar? Yo no te provoco-
-Claro que me provocas…la expresión que tienes ahora, no hay nada que me excite más-
-¿Qué?...no toques ahí…no quiero-
-Que ironía tu cuerpo dice otra cosa-
-¡Calla!...No tienes que decirlo tan fuerte
-Ya estas reaccionando-
-No lo digas…Cedric podría escuchar-
-Olvídate del niño y deja que me divierta-
-mmhm…-
-Estas tan sensible que reaccionas exageradamente cada vez que rozo tu piel-
-Cállate…ahh…mmhm…-
Cada vez se sentían ruidos extraños y menos sus voces. Me sentía avergonzado de estar ahí, pero no podía irme, además sentía curiosidad al respecto y decidí dar media vuelta para poder observar un poco.